El Movimiento Aragonés Social rechaza el Pacto mundial de migración

El Movimiento Aragonés Social rechaza el Pacto mundial de migración

El Movimiento Aragonés Social se posiciona en contra de la firma por parte de España del Pacto Mundial de Migración, condena la cobardía de los medios de comunicación al no informar de las graves consecuencias que tiene, y el fanatismo ideológico de Pedro Sánchez al inmiscuir a España sin consultar en un tratado tan destructivo a coste de los ciudadanos

El presidente Pedro Sánchez vuelve a tomar de nuevo decisiones contra los intereses de España y de los españoles sin haberles consultado, vendiendo el país al Mundialismo y a la ONU. La prensa vuelva a mentir diciendo que es un pacto contra la “pobreza” cuando el que termina pagando siempre es el ciudadano europeo, sin beneficiarse de nada.

El Pacto Mundial para una Migración Segura Ordenada y Regular o Pacto de Marrakech es una realidad después de que se adoptara formalmente el lunes en dicha ciudad en una cumbre internacional con la presencia de 164 países. Es el primer acuerdo intergubernamental, negociado bajo el auspicio de las Naciones Unidas, con la pretensión de cubrir todas las dimensiones de la migración internacional.

Han dicho ‘no’ al Pacto: Hungría, Austria, Polonia, República Checa, Estonia, Eslovenia, Dinamarca, Letonia, Eslovaquia, Croacia, Bulgaria, Chile y la República Dominicana. En el caso de Hungría, la razón esgrimida por el presidente Viktor Orban, es que el Pacto es “peligroso” e “incitaría a millones de personas a tomar ese camino”. Polonia cree que el Pacto no garantiza “la seguridad nacional”. Estados Unidos, Australia o Israel ni siquiera acudirán a Marrakech, aduciendo que temen una pérdida de soberanía. Italia y Suiza solicitan tiempo para consultarlo antes en sus parlamentos.

Entre otras cosas supone:

  • Una hecatombe económica y social para Europa, calculan que pueden llegar entre 200 y 300 millones de africanos
  • Aunque no sea vinculante para los estados firmantes, en su contenido se estipula la obligación de cumplirlo y atañe a otros tratados que sí son vinculantes, estando ahí la trampa
  • Se institucionaliza la migración de manera permanente como un derecho con carácter ius cogens, es decir sin posibilidad de ser derogado. La inmigración será reconocida como derecho humano y también lo será el que decidan libremente dónde quieren ir
  • Conforme al mismo Pacto, no habrá distinción entre inmigrante legal o ilegal, ni entre inmigrante o refugiado, por lo tanto, los inmigrantes ilegales no podrán ser deportados. Se prevé también que los factores climáticos sean una de las razones para la acogida de refugiados
  • El migrante tiene el derecho a emigrar y exigir como lugar de residencia el lugar de su preferencia
  • Ese Pacto establece que criticar la inmigración ilegal sea un delito e incluso prohibirá a los medios de comunicación que muestren imágenes de inmigrantes que transmitan una sensación negativa, dado que el objetivo del Pacto es “moldear la percepción” de estos. Cualquier crítica será sancionada y prohibida y se le quitará cualquier subvención económica que dicho medio reciba
  • El país de acogida se compromete a facilitar (es decir a costa del contribuyente) vivienda, vestido, alimentación, seguridad social, salud y reunificación familiar de manera ilimitada, así como a reconocer a los inmigrantes cualificaciones no adquiridas formalmente.  Se comprometerá además a capacitar a los inmigrantes para que denuncien las ofensas que sufran (sic), que serán tipificadas como “delitos de odio”, y que conozcan al mismo tiempo todos los mecanismos para que el Estado les indemnice
  • Para el país de acogida supone una pérdida de soberanía pues el país que firma el Pacto no tiene potestad para definir irregular el contingente migratorio que reciba (o se le designa). Cuantos migrantes vienen y dónde se establecen será decisión de la ONU

Para a Alternativa para Alemania (AfD), como para casi todos los partidos y gobiernos detractores del Pacto, no se diferencia debidamente entre migración legal e irregular. Además, ven en el Pacto un ataque a la soberanía nacional en la medida en que merma la capacidad de cada país para diseñar su política migratoria.

Para el canciller federal de Austria, Sebastian Kurz, “Hay algunos puntos que vemos de manera crítica y donde tememos una amenaza a nuestra soberanía nacional”, subrayó ayer Kurz poco antes de iniciarse una reunión del Gobierno, integrado por su Partido Popular (ÖVP) y el Partido Liberal (ÖVP) del vicecanciller, Heinz-Christian Strache. Entre sus críticas al documento de Naciones Unidas, se refirió a pasajes que podrían limitar las actividades de las fuerzas de seguridad para deportar a inmigrantes.

Fichero del Pacto para descargar: Global compact for…migration.